Terapia de ultrasonido
Para aquellos que no han tenido experiencia con métodos de tratamiento fisioterapéutico, el ultrasonido a menudo se asocia con estudios diagnósticos. Esto es cierto; la ecografía permite identificar problemas en los órganos y vasos sin intervención invasiva. Sin embargo, el ultrasonido se utiliza en muchas áreas de la medicina, y no solo para diagnóstico, sino también en cirugía y fisioterapia.
En la fisioterapia, el ultrasonido se utiliza para tratar diversas enfermedades mediante la exposición al cuerpo humano con vibraciones de frecuencias ultra altas (20-3000 Hz). El ultrasonido es similar a la electroforesis en el sentido de que las ondas ultrasónicas pueden aumentar la permeabilidad de la piel, permitiendo que los medicamentos sean mejor absorbidos por el organismo: a través de las glándulas sudoríparas, sebáceas y los conductos sudoríparos.
Efecto del ultrasonido y sus efectos terapéuticos en el cuerpo
El ultrasonido ejerce un efecto mecánico, físico-químico y térmico, específicamente:
- micro-masaje de tejidos;
- activación de procesos metabólicos, normalización del pH;
- disolución de depósitos celulíticos;
- calentamiento de los tejidos en 1 grado como resultado de la conversión de energía mecánica en calor.
La terapia con ultrasonido tiene varios efectos positivos en el cuerpo:
- analgésico;
- espasmolítico;
- bactericida;
- metabólico;
- reabsorción de edemas, hematomas y cicatrices;
- aumento de las propiedades inmunológicas del cuerpo;
- aceleración del proceso de regeneración de los tejidos.
Características de la realización del procedimiento
Para garantizar el contacto del ultrasonido con el cuerpo del paciente, es necesario untar la zona afectada con una llamada "sustancia de contacto" (como lanolina o vaselina), con un medicamento adecuado (por ejemplo, pomada de heparina) o usar agua como medio de contacto sin aire. Es necesario evitar que haya aire entre la piel y la cabeza del aparato de ultrasonido.
La duración de una sesión de terapia con ultrasonido no debe exceder los 12-15 minutos, y el curso dura en promedio de 6 a 12 sesiones. Estas se realizan diariamente o cada dos días. Recuerde que el médico tratante o fisioterapeuta determinará la cantidad necesaria de sesiones.
El procedimiento de ultrasonido es indoloro, pero durante el transcurso del tratamiento pueden aparecer mareos, debilidad o empeoramiento de la enfermedad. En tal caso, se recomienda omitir 1-2 sesiones y luego continuar la terapia con una intensidad de ultrasonido menor.
Indicaciones y contraindicaciones para la terapia con ultrasonido
Como cualquier otro procedimiento fisioterapéutico, el ultrasonido tiene indicaciones y contraindicaciones para su uso, por lo que recomendamos encarecidamente no diagnosticarse a sí mismo, sino consultar a un médico. Entonces, el ultrasonido está indicado en los siguientes casos:
- enfermedades de la piel;
- enfermedades ORL;
- enfermedades ginecológicas y urológicas (anexitis, prostatitis, mastitis, etc.);
- enfermedades del tracto gastrointestinal (gastritis, úlceras, pancreatitis, etc.);
- cicatrices queloides;
- procesos adhesivos;
- deformaciones de la columna vertebral;
- obesidad;
- trastornos intestinales;
- espolones del talón;
- lesiones dolorosas;
- insuficiencia renal, cardíaca, vascular, etc.
El ultrasonido también se utiliza ampliamente en cosmetología, por ejemplo, se realiza un peeling ultrasónico facial o ultrafonofóresis.
Para mayor eficacia de la terapia con ultrasonido, se recomienda combinar este procedimiento con magnetoterapia o vacumoterapia, realizando estas últimas antes de la sesión de ultrasonido.
Las contraindicaciones para el uso del ultrasonido son las siguientes:
- procesos inflamatorios (excepto los crónicos);
- distrés vegetativo-vascular;
- diabetes mellitus;
- ictericia;
- mala coagulación de la sangre;
- alteraciones del ritmo cardíaco, entre otros.
Contraindicaciones generales para la terapia con ultrasonido: no se debe aplicar en la zona del corazón y del cerebro.
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