
Relajación muscular postisométrica
La relajación muscular post-isométrica (RMI) es una técnica que relaja los músculos después de su contracción voluntaria sin cambiar la distancia entre los puntos de inserción del músculo; generalmente, es una parte integral de casi todas las principales corrientes y escuelas en la medicina manual.
La RMI se considera uno de los métodos más suaves, efectivos y seguros para el tratamiento de enfermedades de la columna vertebral y estructuras musculofaciales.
Cuando se realiza correctamente, la movilización con RMI puede reemplazar completamente una manipulación, la cual puede ser peligrosa debido al gran número de complicaciones. Además, la intensidad del efecto analgésico y miorrelajante de estas técnicas es prácticamente la misma, pero los resultados obtenidos con la RMI son mucho más duraderos.
El método RMI está basado en la tensión y relajación fisiológica de los músculos y se utiliza con mayor frecuencia antes de la movilización articular.
RMI:
- Ayuda a eliminar la rigidez fascial-muscular;
- Elimina el foco periférico de dolor - un punto crítico;
- Promueve la activación de los mecanorreceptores de alto umbral tipo III, ubicados donde los ligamentos y tendones se entrelazan en la cápsula articular;
- Activa la inervación aferente y normaliza las conexiones neuromusculares.
Las técnicas de esta metodología están dirigidas a eliminar el espasmo muscular reflejo durante dolores que pueden intensificarse durante la movilización. En presencia de un bloqueo funcional en un segmento de la columna en una dirección, los músculos que realizan el movimiento en la dirección opuesta pueden estar en espasmo. Para eliminar este espasmo, es necesario aplicar una pequeña carga en modo isométrico contra la resistencia en la dirección opuesta. Luego, repitiendo estas cargas varias veces con intervalos de 10-15 segundos (el tiempo de carga isométrica también es de 10-15 segundos), se puede relajar el músculo deseado y eliminar el bloqueo.
La eliminación de la rigidez muscular funcional y la normalización del tono muscular se logran al final de la primera sesión de RMI, pero, teniendo en cuenta la existencia de información patológica dominante en las divisiones suprasegmentarias del SNC y las leyes fisiológicas de la contracción muscular, para lograr una mejora duradera del estado, es necesario realizar de 3 a 7 procedimientos en un curso.
Las indicaciones para realizar RMI incluyen:
- Bloques funcionales mono o multisegmentarios, moderada o extremadamente dolorosos de cualquier localización;
- Cambios miotónicos y miodistróficos en los tejidos en síndromes musculares dolorosos de cualquier localización;
- Acortamiento de los músculos en desequilibrio postural regional;
- Presencia de puntos gatillo activos y latentes en los tejidos blandos;
- Existencia de hipertonía muscular localizada;
- Dolores musculoesqueléticos no solo de origen vertebrogenético y visceral, sino también de otro origen (exposición al frío, lesiones, cicatrices);
- Uso de RMI como etapa de preparación (movilización) para la posterior manipulación.