
Nutrición general
La salud y la capacidad laboral de las personas, así como la duración de su vida, dependen en gran medida de una alimentación adecuada. Cualquier desviación de los principios de una nutrición racional inevitablemente conduce a alteraciones en los procesos metabólicos del organismo, y al mal funcionamiento de diversos órganos y sistemas.
Otra extrema irregularidad que también daña el organismo es comer en exceso y consumir demasiados carbohidratos. Cuando una persona ingiere más energía de la que gasta, paga por ello no solo con pérdida de figura, sino también con aterosclerosis, enfermedad isquémica del corazón, problemas articulares y diabetes — enfermedades asociadas con la obesidad. Comer en exceso es el error más común en la alimentación, y no es casualidad que una parte significativa de la población de países desarrollados sufra sobrepeso.
La cantidad de comida consumida no es el único factor que influye en el peso corporal. También es muy importante el régimen alimenticio. Los científicos han demostrado, por ejemplo, que niños y adolescentes que no desayunan regularmente y comen solo 2 o 3 veces al día, deprisa y sin horario fijo, tienden con mayor frecuencia al sobrepeso que sus compañeros que siguen un régimen alimenticio ordenado:
- En primer lugar, es recomendable comer con regularidad y no menos de tres a cuatro veces al día, mejor aún cinco (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena).
- En segundo lugar, procura que tu dieta sea variada. Incluye frutas, leche, productos lácteos (kefir, ácidoofilina, leche agria, queso bajo en grasa), carne y pescado magros, aceite vegetal y ensaladas de verduras. Estos alimentos contienen sustancias necesarias para el desarrollo del organismo en crecimiento.
- En tercer lugar, limita, y si es necesario evita por completo, dulces, pasteles, bollos, pasta, condimentos picantes que estimulan el apetito.
Nuestra ventaja: ¡horno de vapor!
El horno de vapor es símbolo del progreso en la industria alimentaria. La principal ventaja de este horno es su llamado «sistema cerrado». Esto significa que durante la preparación de los alimentos, la cámara principal no entra en contacto con el entorno exterior en ningún modo. A diferencia de métodos tradicionales de cocción, como cocinas eléctricas o de gas, placas de cocción, etc., el horno de vapor permite ahorrar energía.
El horno está equipado con un sistema automático de control que puede almacenar hasta 250 recetas y más de 15 modos de cocción. Ofrece posibilidades asombrosas: permite cocinar al vapor, hervir, guisar, freír e incluso preparar platos en sartén profunda.
Al cocinar con vapor saturado, se conserva mejor la forma original del producto y se minimizan las pérdidas de nutrientes valiosos. Los platos lucen atractivos visualmente y son fácilmente digeridos, lo cual beneficia al organismo humano.
Cocinamos con horno de vapor, por eso nuestros platos son siempre los más sabrosos, frescos y saludables.