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Marcha nórdica

Marcha nórdica

Según datos del Ministerio de Salud, el 60% de la población sufre de hipodinamia. El estilo de vida sedentario es un problema global para la salud pública, que conduce a enfermedades como la diabetes, la cardiopatía isquémica y la hipertensión. La marcha nórdica tiene un impacto positivo en todo el organismo. Los científicos afirman que incluso si se camina durante 20 minutos 3 veces al día, se puede reducir el riesgo de muerte prematura en un 30%, además de quemar 150 calorías.

En Europa, la marcha escandinava comenzó a aplicarse masivamente en la década de 1980. Al principio, caminar con bastones ganó una amplia popularidad en los países escandinavos, especialmente en Finlandia. De ahí el nombre: marcha escandinava (también conocida como marcha finlandesa o nórdica). Según las estadísticas, uno de cada cinco europeos practica esta caminata finlandesa.

La marcha escandinava forma parte de los programas de rehabilitación de los centros médicos y de salud más grandes de Europa. Numerosos estudios realizados por científicos de la Universidad de Cooper (EE.UU.), la Universidad de Oregón (EE.UU.) y la Universidad de Münster (Alemania) han demostrado los beneficios excepcionales de caminar con bastones para pacientes con problemas del aparato locomotor, enfermedades cardiovasculares (en etapa de compensación), trastornos del sistema nervioso, enfermedades del tracto gastrointestinal, así como para aquellos que han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas y están recuperándose de lesiones graves o enfermedades importantes.

La marcha nórdica es el tipo de actividad física más seguro para cualquiera. Se puede recomendar a personas mayores, deportistas, mujeres embarazadas, niños a partir de 5-6 años. Es útil para aquellos que desean perder peso, normalizar su figura y volverse más delgados y tonificados.

Practicar la marcha escandinava no requiere una preparación física especial, pero ayuda a mantener el tono vital y fortalece la salud. Las caminatas regulares al aire libre son beneficiosas para todos.

Al caminar por los paseos, parques, plazas y bosques, una persona descansa mentalmente, se libera del estrés y la tensión psicoemocional.

La marcha escandinava se recomienda para los siguientes problemas de salud:

  • enfermedades de las vías respiratorias;
  • osteoporosis;
  • enfermedad escoliótica;
  • alteraciones posturales;
  • distrés vegetativo-vascular;
  • depresión;
  • cansancio rápido;
  • trastornos de la función del sistema cardiovascular;
  • insomnio;
  • estreñimiento crónico;
  • obesidad.

Caminatas diarias de 1 a 1.5 horas mejoran las capacidades aeróbicas del cuerpo, es decir, nuestro cuerpo es capaz de absorber y utilizar mejor el oxígeno, disminuye el estrés y la ansiedad, mejora la memoria y el sueño. Además, estas caminatas ayudan a tonificar los músculos, normalizan el funcionamiento del sistema nervioso, eliminan los estados depresivos y devuelven el buen humor y una actitud positiva hacia la vida.