Artritis reumatoide
Los análisis de sangre para enfermedades reumáticas y autoinmunes permiten diagnosticarlas y detectar y evaluar las manifestaciones del proceso inflamatorio.
Proteína C reactiva
La proteína C reactiva es una proteína especial que se forma principalmente en los hepatocitos (células del hígado) y que estimula las reacciones inmunitarias. Normalmente, si está presente en el suero sanguíneo, lo hace en cantidades muy pequeñas.
La proteína C reactiva aparece rápidamente en la sangre durante cualquier inflamación aguda acompañada de daño tisular. Por lo tanto, un análisis de sangre para la proteína C reactiva no es estrictamente específico para el proceso inflamatorio reumático, pero es muy útil tanto para determinar la gravedad de la enfermedad como el grado de daño a los tejidos inflamatorios. Es característico que, en las infecciones virales, el nivel de proteína C reactiva aumente ligeramente en comparación con las bacterianas.
Actualmente, se utiliza un método de determinación ampliamente utilizado, en el que el nivel de proteína C reactiva se estima como "+", "++", "+++".
Lo normal es un resultado negativo, es decir, "-".
Factor reumatoide
El factor reumatoide es un autoanticuerpo (generalmente IgM) que reacciona a la propia IgG, cuyas propiedades normales han cambiado bajo la influencia de estreptococos y otras bacterias y virus. El factor reumatoide se sintetiza en cantidades máximas por las células plasmáticas ubicadas en la membrana sinovial de las articulaciones. El nivel de factor reumatoide alcanza sus valores máximos en enfermedades con daño articular grave, por ejemplo, en la artritis reumatoide.