Primera etapa: se prescribe un tratamiento farmacológico especial y un régimen motor individualizado.
Segunda etapa: rehabilitación en un sanatorio. Debe completarse como máximo tres meses después de la operación o por recomendación de su neurocirujano.
Este tipo de tratamiento es mucho más eficaz que la rehabilitación en casa por las siguientes razones:
- El tratamiento de rehabilitación incluye una amplia gama de procedimientos que no son posibles en casa.
- Estará bajo la supervisión constante de personal médico experimentado.
- Se someterá a un tratamiento de balneoterapia: diversos baños (de radón, ozono-galvánico de 4 cámaras, bischofita, carbónico seco), que reducen el dolor, mejoran la circulación sanguínea y reducen la inflamación.
- Un tratamiento de fisioterapia, entre los que se utilizan con mayor frecuencia la electroestimulación intratisular, la electroforesis, la fangoterapia, el ultrasonido, la magnetoterapia, la fonoforesis y la terapia láser.
- Relajación postisométrica (PIR): un método que permite restaurar el tono muscular mediante técnicas especiales. Masajes, gimnasia terapéutica según el método Evminov;
si es necesario, biopunción (técnica de inyección para introducir fármacos específicos en puntos biológicamente activos);
- Terapia PRP (plasmolifting);
- bloqueos médicos y farmacológicos.
Tomar todos los procedimientos ayudará a relajar los músculos, aumentar la movilidad de la columna vertebral, mejorar el tono muscular y la circulación sanguínea, lo que conducirá a una recuperación completa después de la cirugía.
La mejor rehabilitación tras la extirpación de una hernia intervertebral: en el sanatorio "Birch Grove" (región de Vínnytsia).